Cuando un amigo se va, algo se muere en el alma.
Hoy confirmamos que la humanidad, no sabe nada del misterio de la vida.
Lamentamos la pérdida de un gran amigo, con quién compartimos juegos, alegrías y tristezas.
Nos preguntamos por qué Dios no evita que personas en plenitud, nos dejen.
Alfredo partió a la casa del señor. Fue un gran compañero y amigo del barrio, dónde creció y se formó como hijo ejemplar y destacado deportista.
Siempre estuviste orgulloso de ser de la Cruz Blanca.
Tus amigos más cercanos. "El botanas, el Chevel, el cubano, El Tlaco, el Káiser". Sin olvidar a todos los demás de la banda. Hoy te despedimos porque te adelantaste.
Pero tu familia; tu esposa, tus hijos, tus hermanos y tus amigos, nos quedaremos con los recuerdos agradables.
Amigo: ya no estás junto a nosotros en este mundo terrenal.
Tratar de entenderlo nos entristece.
Todo sucedió tan rápido y repentinamente.
Tu recuerdo es algo que pervivirá para siempre. Gracias por tu amistad.
Tus amigos solo podemos desear y orar para que el señor te guarde un lugar a su lado.
Hasta siempre Alfredo.
Agradecimiento por su aportación y crónica al C. Gregorio Bustos Serrano
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