"La cuarentena de siete meses por la pandemia Covid-19 que se dispuso en el 2020 y las clases en línea de sus hijos, registró estragos no solo en la economía, sino en el seno familiar, donde madres de familia sufrieron de permanente estrés.
Especialistas en el tema como Karla Reséndiz, señalan que Tihuatlán no estuvo exento de este tipo de problema, tanto en la zona urbana como rural, ya que el principal aspecto fueron las clases virtuales o a distancia que llevaron a cabo sus hijos, aunado a las labores del hogar, situación que en la actualidad viene disminuyendo por la reactivación de actividades presenciales.
Quienes tienen dos a cuatro hijos en casa, es una gran presión más cuando ambos cursan los diferentes grados educativos, desde el preescolar, primaria, secundaria o bachillerato, donde las actividades son diferentes y en ambas la madre de familia debe estar atenta, aunado a los compromisos personales, sin duda fue complicado.
Asegura, que el estrés aumentaba cuando se tenía que atender a los hijos en sus clases virtuales aunado a la tarea de cocinar para la comida, limpieza del hogar, salidas emergentes para la compra de la comisaria, entre otros factores que son del nacimiento de varias enfermedades como la diabetes.
Concluyen que sin duda la reactivación de la normalidad siempre cumpliendo con los protocolos de salud ha mejorado la actitud y comportamiento de las madres de familia, sobre todo por la disminución a la carga de la que estaban expuestas durante los inicios y desarrollo de contagios por Covid-19."
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